Empresas sociales como catalizadoras del cambio sistémico en la agricultura

La agricultura siempre ha sido uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de nuestras sociedades. Por más de 2,000 años, la población ha dependido del desarrollo de esta industria no solo para alimentarse, sino para poder adaptarse y sobrevivir. Poco a poco la industria ha evolucionado de prácticas tradicionales a tecnológicas, y de lo general a lo preciso. En las últimas décadas, gracias a la globalización y a los avances e innovaciones tecnológicas y biotecnológicas, la agricultura se ha convertido en una de las principales actividades económicas y de desarrollo a nivel mundial.

Para entender el rol que juega la agricultura en el desarrollo social, sobre todo en poblaciones base de la pirámide (situación de pobreza o pobreza extrema), entrevistamos a la emprendedora Adriana Luna, CEO y cofundadora de Tierra de Monte, y a los emprendedores Guillermo Pou Munt, CEO y fundador de Orkidea Andina, y Paulo Duarte, CEO y cofundador de Broterra, quienes han participado en el programa de aceleración i3 LATAM, impulsado por New Ventures. Adriana, Guillermo y Paulo nos compartieron su punto de vista sobre el papel que juega la agricultura en el desarrollo social, los retos a los que se enfrenta la industria, y el rol clave que juega la industria para lograr un cambio sistémico.


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1. La agricultura como actor clave en el desarrollo social

“Empecemos por el empleo. La capacidad de generación de empleo que tiene la agricultura y en general el sector primario, no la tiene ninguna otra industria. La agricultura es un espectro gigantesco en el que caben absolutamente todas las personas, desde el pequeño productor que vive en armonía con la naturaleza, hasta empresas multinacionales que utilizan la última tecnología.”». Adriana Luna – Tierra de Monte.

Como dice Adriana, la agricultura es una de las fuentes de empleo más importantes a nivel mundial. Además, es una de las herramientas más importantes para elevar el nivel de ingreso de las personas que viven en situación de pobreza. En países en desarrollo más de ⅔ de la población trabaja en la agricultura, ya sea de manera directa o indirecta. Parece contraintuitivo decir que las personas que trabajan en este sector, pilar de una de las industrias económicas más importantes, se encuentran en situación de pobreza o pobreza extrema. Cerca del 78% de las personas que viven en áreas rurales dependen de la agricultura.

“Lo que vemos cada día es que en la base de la pirámide, la gente en el ámbito de la agricultura familiar y la generalidad de la gente en área rural, sufre de una pobreza terrible y de unas condiciones que no son aceptables. Eso cambiará dependiendo de la actitud de los empresarios que podemos movilizar recursos y compartir el negocio” – Guillermo Pou Munt – Orkidea Andina.

Como dice Guillermo, para poder movilizar la agricultura a que sea un catalizador de desarrollo económico y social, las personas que no están en la base de la pirámide debemos cambiar la manera en la que pensamos para poder ser más inclusivos, tanto en la manera de hacer negocio, como en la manera de financiar y ejecutar los proyectos. Es necesario dejar de pensar que la generación de empleos es suficiente, porque así no se va a dar un cambio; generar empleos es parte de la actividad normal de una empresa, lo que hay que hacer es crear las condiciones para que las personas de la base puedan crear sus negocios y dinamizar la economía de las comunidades. Los empresarios, inversionistas y bancos no solo enfocarse en los potenciales unicornios, y sino también empezar a invertir en iniciativas que incluyen a las personas en situación de pobreza y que pueden ayudar a cerrar la brecha de clases tan grande que existe en América Latina.

La idea es ir con gente que aún no ha dado el salto y hacerla saltar en su patrimonio. No se trata de regalarles cosas, ni darles empleos solo por “labor social” sino realmente ese enfoque tiene que cambiar y tenemos que empezar a mirar más a la economía real y promover los negocios que escalen hacia abajo” – Guillermo Pou Munt – Orkidea Andina.

2. Retos que enfrenta la agricultura en el ámbito social

La industria de la agricultura enfrenta varios retos que interfieren en el potencial de ayuda al desarrollo social que tiene la industria, dentro de los cuales se encuentran:

Inequidad

La falta de acceso a la información, a tecnología, a herramientas financieras y a oportunidades de desarrollo geográfico son problemas a los que se enfrenta un gran porcentaje de las personas que se dedican a la industria. Por ejemplo, las nuevas tecnologías pueden ser muy innovadoras, pero completamente inaccesible para las personas en comunidades rurales que se dedican al campo. Esta falta de acceso a tecnologías, aunado a la baja tasa de bancarización en las poblaciones agrícolas, las pone en una desventaja en comparación con las grandes cadenas de producción y hace el problema de inequidad social más grande. Esto, lleva a problemas de violencia y a familias desplazadas.

Falta de negocios inclusivos y financiamiento

Uno de los grandes cuellos de botella de la industria es que nadie quiere financiar a las personas que se encuentran en la base de la pirámide.

Parece increíble, pero en países en donde un gran porcentaje de la población se encuentra en pobreza o pobreza extrema nadie puede brindarles financiamiento”. Guillermo Pou Munt – Orkidea Andina.

Las opciones de financiamiento no están diseñadas para ayudar a las personas en situación de pobreza a salir adelante. Por ejemplo, los bancos dan préstamos a tasas de interés que son impagables, y los grandes corporativos agrícolas que dan préstamos en especies no consideran las condiciones de campo en las que se está haciendo el préstamo.

“Lo que se necesita es poder recibir capital e inversiones que puedan ayudar a las familias a desarrollar la tecnología, entrar a la industria y mejorar los procesos para hacerlas más competitivas para los mercados nacionales e internacionales”. Paulo Duarte – Broterra

El gran reto es cómo convencer a los empresarios e inversionistas a crear y apoyar negocios inclusivos. Se necesitan empresarios que no quieran distribuir sus riquezas, sino sus oportunidades de negocio y permitir que otras personas también creen negocios y que participen en la economía.

Falta de poder en el mercado internacional

Paulo menciona que muchos de los productos que ofrece la agricultura familiar están regulados por el mercado internacional, haciendo los precios completamente injustos para las familias que participan en la agricultura familiar. Éstas venden su producto a un precio muy bajo, que se establece por la ley de la oferta y la demanda internacional, sin contemplar la situación individual de cada país, lo cual contribuye al gran problema de inequidad. Muchas veces los productores de la agricultura familiar son informales por lo que no tienen un norte bien definido. Lo que se necesita es incluir el factor local en el funcionamiento del mercado para favorecer a los pequeños productores que se encuentran en la base.

Necesidad en la industria de innovaciones y tecnologías incluyentes.

Los pequeños productores están en una fragilidad en la que, muchas veces, si algo pasa, ellos no tienen las herramientas o la tecnología para enfrentar la situación. Por ejemplo, en el caso de una helada o una plaga, ellos se quedan prácticamente sin nada. Un gran reto aquí es que muchas veces las soluciones que se proponen a esto son completamente inaccesibles para los pequeños productores. Otro reto es que los emprendimientos se enfocan en hacer productos para mercados de nicho, dejando de lado a la gran mayoría de los pequeños productores que se podrían beneficiar de cierto tipo de soluciones. Se necesitan propiciar las condiciones para que los pequeños productores no solo tengan acceso a las innovaciones tecnológicas, sino que se vuelvan sus creadores.  Se necesita aprender del contexto del país y aprovechar las condiciones de ese contexto para impulsar y potenciar la industria.

“Como emprendedores que tienen acceso a oportunidades de participar en programas de aceleración, ir a ferias, representar la industria en diferentes lugares, nos toca crear tecnologías más inclusivas y sostenibles para apoyar a los pequeños productores e impulsar su mercado”. Paulo Duarte – Broterra.

3. La agricultura como pieza clave en el cambio sistémico.

“La agricultura ya es el cambio sistémico que necesitamos, pero no estamos dejando que alcance su potencial”. Adriana Luna – Tierra de Monte.

Tanto Adriana como Guillermo y Paulo concuerdan en que la agricultura es el espacio ideal para lograr un cambio sistémico ya que es una industria que permite escalar y tener grandes productores, pero también incluir a pequeños productores en la jugada, y tener intermediarios eficientes. El problema no es que no tenga el potencial para ser un actor clave en el desarrollo social, es que el funcionamiento de la industria evita que alcance ese potencial debido a las malas dinámicas, a los malos sistemas de manejo, a la falta de oportunidades, al desconocimiento de las necesidades reales de los pequeños productores y a la falta de empatía por las diferentes realidades de los actores en la industria. El poder que tiene la agricultura para incluir a todos los niveles de la pirámide es enorme, lo que tenemos que hacer es cambiar el chip, sensibilizar a los grandes actores y abogar por una diplomacia económica inclusiva para abrir las puertas de entrada a los mercados nacionales e internacionales a los pequeños productores y con eso, poder dinamizar la economía.

El camino de la agricultura como agente de cambio

Adriana Luna nos cuenta de una paradoja que hay en el mundo de la agricultura: tenemos gente en el mundo que se está muriendo de hambre, y una sobreproducción de alimento. Tenemos una necesidad de manos en el campo y un desempleo rampante en la ciudad. El camino hacia adelante es descifrar cómo hacerle para empalmar las soluciones a esos problemas. Pero para lograr eso, se necesita entender el panorama completo y ver en qué puntos estamos fallando como participantes de la industria. Es importante que cada actor, desde su posición y responsabilidades, encuentre la manera de hacer el cambio. Desde los emprendedores que deben incluir más a los pequeños productores con los que trabajan, hasta las grandes multinacionales agrícolas que trabajan en toda su cadena de producción con agricultores familiares y hasta inversionistas que deben asumir más riesgos. Si podemos encontrar la manera de “cambiar el chip”, la agricultura se volverá el cambio sistémico que necesitamos para incluir, desarrollar e impulsar a más de un tercio de la población a nivel mundial. Como dice Guillermo “el futuro está en la tierra”, solo falta aprovecharla.


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Fuentes de información:

[1] Información obtenida de National Geographic. https://www.nationalgeographic.org/encyclopedia/agriculture/

[2] Información obtenida de Agriculture Today. https://www.agriculturetoday.in/

[3] Información obtenida de World Bank. https://www.worldbank.org/en/news/feature/2014/11/12/for-up-to-800-million-rural-poor-a-strong-world-bank-commitment-to-agriculture

[4] Información obtenida de Our World in Data. https://ourworldindata.org/employment-in-agriculture